martes, 29 de abril de 2008

COMPRENSIÓN

Se enojó porque nadie le entendía,
Y aún sin querer ser comprendida
Pidió un poco de paz, de piedad;
Para hacer más liviano su día.

Qué molesta que se hallaba todavía,
Y ya habían pasado varias horas
De ese enojo de matices grises,
Donde dejó plasmada su bronca.

Es un enojo que pasará en algún momento,
Sin lágrimas secas en un llanto enredado
Con la madreselva del dolor en la garganta,
Por la esperada ayuda que nadie le ha dado.

Qué distante está la calma de su mente,
Tan distante, que a lo lejos asoma,
Mientras grita, insulta, sube y baja,
Vuela, bate, y revuela como paloma.

Se enojó con el mundo tan vacío,
tan poco pulcro repleto de porquería.
Porque quería que no la molestaran,
Porque quería ser comprendida.

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