Hoy desperté ya casi al mediodía,
Molesto, cansado, en plena soledad,
Sintiendo extrañamente, con fuerza
El ruido lejano de algún fastuoso mar.
Entre el barullo de los transeúntes
Caminantes, caminos y mocedad
No alcancé a oír bien con detalle
Si las olas que escucho, vienen o van.
Y preferí cerrar la ventana y la puerta,
Para calmar mi dolor de cabeza, mi lealtad
Al dulce sueño de necesitar durmiendo
Aunque sea unas horas más poder descansar.
martes, 29 de abril de 2008
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