martes, 29 de abril de 2008

DULCE PRIMAVERA







La puerta que cerró el invierno,
Con tu amor abriste
Dulce Primavera, reina mía,
Que tu cariño todo me diste.

Las flores que regué por el camino,
Esas que marchitaron en silencio, de frío
Al oír tu voz, Inmortal Primavera,
Despertaron con un canto nuevo y distinto.

La puerta de mi jardín se abrió
Con tu mano floreada, perenne y divina,
Para hacer con mil colores, de mi
Un dulce servidor, mi hermosa amiga.

Afrodita de mis pensamientos, reina mía,
Dale vida a los sueños, y un beso al soñar
A las bellas flores que en mi jardín juegan,
Y cuando decidas, puedes tú descansar.

Observo, mientras tanto, Iluminada Primavera,
Cómo ríes a carcajadas, con los tallos y las hojas.
Te diviertes con los niños y jóvenes enamorados,
Y en tu corazón, mis pensamientos alojas.

Las aves se posan en tus corolas,
Espuma de mar, Venus gloriosa;
Y en tus pétalos las olas vuelven
Anticipando las caricias de las rosas.

Los coloridos cogollos nacen con tu copla,
Dulce Primavera, tierna y delicada flor,
Que el nefasto dios invierno se ha ido
Cuando despertó en mí tu compasivo amor.

La puerta que permanecía cerrada,
Con tu amor abriste
Dulce Primavera, reina mía,
Que tu cariño todo me diste.

La puerta que abriste, con ese dulce amor,
Divina Primavera, no la cierres más.
Deja que jueguen los girasoles con las amapolas,
Mis labios con los suyos, en eterna felicidad.

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