martes, 29 de abril de 2008

GRANDE

El tiempo impío me lleva a crecer,
Y crecer me lleva velozmente a cambiar,
Y cambiar tan rápido, a dejar de creer.

A dejar de creer en la fantasía de la niñez,
Y a no creer en la ilusión de un magnífico ayer,
A creer en las dudas de los grandes, en la insensatez.

¿Por qué tengo que crecer?... ¡por qué!
Si la responsabilidad y la prisa me llena
Cuando mis juegos y cantos atrás dejé.

Grande, hacerme grande me da miedo,
No creo poder cumplir con cada tarea,
No creo, no puedo, no entiendo, no quiero.

El tiempo mata mi juventud, mis ganas de estar,
Mis juegos, mis llantos, mis carcajadas,
Borra mis cuentos y juguetes para hacerme pensar.

No tiene piedad, sólo acaba con quitármelo todo,
No pregunta si deseo hacerme grande,
No le importa si entre tanto mal, me siento solo.

Y cuántos niños desean ser grandes, sólo desean crecer,
Y llegan a grandes llorando, cansados, sufriendo, agobiados,
Porque niños sin responsabilidades otra vez desean ser.

Grande, no me interesa por ahora ser uno más de los grandes,
Prefiero seguir jugando, bailando, escribiendo mis penas, riendo,
Redactando mis sueños, llorando mis males y mocedades.

Grande, necesito no hacerme grande, seguir jugando, soñar.
Tengo tanto por descubrir con una caja de cartón,
Con mis lápices, mis cuadernos, tantas historias por contar...

El tiempo aniquila lo que el mundo entero ve en mi exterior:
Mi niñez, mi juventud, mi brillo, mi inocencia y pureza,
Pero los sueños, la ingenuidad, la fantasía siguen en mi corazón.

Y aunque a grande llegue un día gris, muy a mi pesar,
Seguiré siendo el niño aquel, el que no se ríe ni llora,
Pero se alegra imaginando, y sabe amar, escribir y jugar.

No hay comentarios.: